El Grupo Municipal se ve obligado a retirar dos de sus cuatro mociones ante la intención de la alianza de Izquierdas de adueñarse de sus iniciativas. El Gobierno rehúsa acondicionar el Centro Social de La Hurona, en el que se pasa consulta médica dos veces a la semana.
¡Hemeroteca, divina hemeroteca! Ayer, durante el pleno ordinario de enero, el Gobierno de Esther Clavero volvió a demostrar que desde que llegó por sorpresa al frente de Consistorio molinense, las incoherencias se han convertido en su mejor aliado.
Qué lejos quedan aquellas afirmaciones de la hoy alcaldesa con respecto a la presentación de enmiendas de sustitución por parte del Gobierno. Entonces aseguraba que era “una falta de respeto a los proponentes de la mociones, ya que acaban sustituyendo por imposición las mociones”, pero desde hace casi dos años viene haciendo todo lo contrario y parece que ahora el rodillo que tanto criticaba, no le disgusta tanto.
Ayer, la alianza de Izquierdas presentó enmiendas de sustitución a la mitad de las mociones elevadas al Pleno por el PP para apropiarse de sus iniciativas, desvirtuando la esencia de las mismas, motivo por el cual el Grupo Municipal terminó retirando las mociones de Mapa Local de Recursos y el Centro Social de La Hurona.
La falta de compromiso de este Gobierno con Molina de Segura volvió a ponerse de manifiesto con su postura en ambas propuestas. En la primera, con un argumento vacío y falto de responsabilidad de la concejal de Educación quien definió como “costosa y muy complicada” la elaboración de la guía y para la que incluso la alcaldesa daba por hecho que debía contratarse una empresa externa para su redacción. Desde el PP no entendemos por qué no pueden hacerlo los empleados públicos; y en la segunda, con la utilización, por parte de la concejal de Edificios Públicos, de datos erróneos tratando engañar a la sociedad sobre el estado de un Centro Social que presenta un estado lamentable desde las lluvias de diciembre de 2016.
¿POR QUÉ LO LLAMAN PLURALIDAD CUANDO QUIEREN DECIR INTERÉS?
Pero ayer el Salón de Plenos fue testigo de otras curiosidades. El Frente de Izquierdas volvió a demostrar que aunque trate de autodefinirse como un Gobierno plural, lo único que les une es el sillón. Todos los miembros del Gobierno, incluido los concejales no adscritos, que hasta el momento habían sido fieles a la alcaldesa, rompieron la unidad de voto en alguno de los 15 puntos que se debatieron, lo que obligó a Clavero a hacer uso de su voto de calidad para aprobar la única moción que su Grupo había presentado al Pleno.
Especial mención merece la moción de Podemos sobre el sector agrícola y la Plataforma Segura Transparente, una organización contraria al Manifiesto Levantino apoyado hace apenas 17 días por 20 concejales de la Corporación municipal, excepto Podemos y Ganar Molina, en un pleno extraordinario y monográfico del agua celebrado a petición de los agricultores.
Ayer, sin embargo, el PSOE y sus socios volvieron a hacer alarde de la coherencia que les caracteriza y votaron a favor de todo lo contrario a lo que defendieron el día 11 de enero. Deberían de dar una explicación de su cambio de opinión.
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