El evento deportivo despierta la indignación de parte del público asistente, que abandona entre fuertes quejas y abucheos el Teatro Villa de Molina antes de la entrega de los galardones.
Las quejas vecinales se le acumulan al Frente de Izquierdas. La última de ellas, la Gala del Deporte organizada por la concejalía de la que la alcaldesa Esther Clavero es responsable máxima. Anoche, ante un Teatro Villa de Molina repleto de premiados y familiares, se vivió una situación dantesca, que produjo la indignación de parte del público asistente, que terminó abandonando el recinto incluso antes de la entrega de los galardones.
Al comienzo de la Gala, un supuesto representante del Ministerio subió al escenario para pronunciar unas palabras. En medio del discurso, fingió sufrir un infarto. El Teatro entero se encogió. Del silencio absoluto, se pasó a la acción inmediata de los facultativos médicos que se encontraban allí y de personas que querían ayudar. Los minutos de tensión se convirtieron en horas para un público que no sabía lo que estaba pasando. Y lo que finalmente sucedió es que todo era interpretación.
“Vaya por delante nuestro reconocimiento a la compañía de teatro encargada de la actuación, ya que se ciñó al objeto para el que fue contratada, pero es lamentable que un acto que se debía haber convertido en la fiesta del deporte local, terminara despertando la indignación de parte de los asistentes y provocando en ellos una situación de angustia innecesaria e injustificada, alterando los nervios de muchos de ellos”, ha comentado la portavoz del Grupo Municipal Popular, Sonia Carrillo.
La edil ha denunciado “la irresponsabilidad de la alcaldesa, conocedora absolutamente de todo lo que estaba sucediendo en el Teatro, a quien no le importó que los menores, que se encontraban en la sala, se enfrentaran a esta situación. Es lógico que los padres abandonaran el Teatro entre quejas y críticas sin recoger los premios, puesto que cualquiera hubiera hecho lo mismo”.
0